The best minds : a story of friendship, madness, and the tragedy of good intentions / Jonathan Rosen

The suitable playmate ; The good earth ; Memory glass ; Strangers ; American pie ; Freedom summer ; Message in a bottle ; Misreading ; The shadow knows ; Revolving door ; Going sane ; Stories ; Choosing ; The break ; Entanglement ; Locked ward ; Making illness a weapon ; Underclass ; Halfway ; Brains ; Mentors ; Precedent ; Secrets ; The sympathetic light of sickness ; Happy idiot ; Post doc ; Thoughtful enabling ; Career killer ; Role model ; Twice born ; Creativity, inc. ; Michael called Kevin ; Shamans ; Equal opportunity ; The backward journey ; The two Adams ; Personal emergency ; Going back ; The fatal funnel ; Cain and Abel ; The eternal optimist ; Endings ; Epilogue. No going back.

Cuando los Rosen se mudaron a New Rochelle en 1973, Jonathan Rosen y Michael Laudor parecían destinados a volverse inseparables. Los niños, ambos hijos de profesores universitarios, crecieron en la misma calle en hogares intelectualmente vibrantes moldeados por las ideas, la cultura judía liberal, el trauma del Holocausto y un amor compartido por el baloncesto y el monólogo. Pero los dos mejores amigos también eran competidores entusiastas que tenían las mismas grandes expectativas, y cuando Michael y Jonathan ingresaron a Yale, parecían dispuestos a ascender a las alturas de la élite meritocrática estadounidense. Dejando atrás a Jonathan, Michael avanzó rápidamente en la universidad en tres años, se graduó summa cum laude y consiguió un trabajo de consultoría de primer nivel por mucho más dinero del que sus padres habían ganado jamás. Pero no todo fue lo que parecía. Un día, Jonathan recibió la fatídica llamada: Michael había sufrido un grave brote psicótico y estaba internado en un hospital psiquiátrico de la ciudad de Nueva York, donde le diagnosticaron esquizofrenia paranoide. Permanecería allí durante nueve meses antes de pasar a un centro de rehabilitación. Ante la perspectiva de pasarse la vida empacando comestibles, Michael decidió jugar la única carta que le quedaba: justo antes de su descanso, había sido aceptado en la Facultad de Derecho de Yale y ahora, contra todo pronóstico, planeaba matricularse. Aún luchando poderosamente contra la esquizofrenia, Michael logró terminar sus estudios en la mejor facultad de derecho del país. Su extraordinaria historia pronto apareció en la portada del New York Times; un agente vendió sus memorias a una editorial importante por una gran suma; Ron Howard intervino para adquirir los derechos cinematográficos, con Brad Pitt como protagonista. Todo fue un sueño hecho realidad para Michael y su incansable amiga Carrie. Pero entonces sucedió lo inimaginable: en las garras de una fantasía paranoica inquebrantable, Michael apuñaló a Carrie hasta matarla con un cuchillo de cocina. Editor